1

Calle 58 No. 70. Int. 201. Col. Fátima. Cd. Del Carmen, Campeche

Previa cita   Presencial: L - V 10:00 a 20:00 | S 13:00 - 20:00 | En línea: L - V 19:00 a 21:00

¿Qué hice para merecer esto?

Puede ser que te enfrentes a tu propio juicio moral, ético o profesional cuando realizas una violación a tus valores, a tus principios morales o creencias más férreas. Este acto despierta al juez que llevamos dentro y aplica tu propia ley con todo el rigor. Para él nunca hay castigos a la mitad y la sentencia la aplica de forma inmediata. Puede ser al instante que sientas eso por lo que hiciste, se incrementen las dudas o se active una vergüenza incontenible. Te guste o no, lo permitas o no, lo disfrutes o te haga daño a ti mismo, tu propia ley se aplica y se inicia el cumplimiento de la sentencia.

Las personas pueden auto perjudicarse de infinitas formas, desde las más sutiles y elaboradas, El autocastigarse puede implicar que inconscientemente se provoquen situaciones que te generen daño. Como supuestos accidentes y descuidos cotidianos, hasta las más groseras como la flagelación o el suicidio.

En ocasiones, el autocastigo adopta la forma de una adicción. Esta conducta, que en principio parece estar alineada con la búsqueda del placer (comida, alcohol, cigarrillo, drogas, por ejemplo), en algunos casos lentamente, y en otros, más rápida y explícitamente, deja en claro que se encuentran alineadas con la autodestrucción y el autocastigo.

¿Cómo funciona el juez?

El juez más implacable se encuentra dentro de nosotros, nos supervisa y evalúa en cada uno de nuestros actos.

Comentaremos un juicio muy ilustrativo para Javier (seudónimo) se encuentra en un momento profesional muy importante, tiene los conocimientos, la edad, los conocimientos, la experiencia y la actitud para ascender en la empresa que labora.

El día de hoy hay una reunión determinante para ascender y demostrar las habilidades que posee. Y en el momento de la junta, --donde defendería su punto de vista--, se pone nervioso, decide quedarse callado y el proyecto se le asigna a otro compañero. Cabe mencionar que a su juicio, el compañero asignado le faltan las facultades y la experiencia para realizarlo.

A partir de ese momento se insulta a sí mismo, cada día que pasa. Queda subordinado a una persona, que él asesora para desarrollar el proyecto. Llega tarde frecuentemente se dice a sí mismo, “sin mí no camina ese proyecto”, pero por otro lado, se enferma constantemente de gripe. Él clasifica como una alergia a ese padecimiento. Pero al paso de los días se convierte en un dolor insoportable en la frente. Se declara a sí mismo “estoy enfermo, lo siento” no puedo regresar por las tardes.

Su superior (la persona que no tiene el conocimiento) le dice que sus actitudes está afectado al equipo “esperaba más de ti”.

Justifica sus actitudes por la supuesta enfermedad, pero al paso de los días se auto recrimina por la enfermedad. Asiste al médico especialista, y él le expone: los estudios confirma que “todo está bien”.

-- ¿Entonces que provoca este dolor?

-- Seguiremos estudiando, pero puede ser por estrés o psicológico

-- La palabra de moda es el estrés. Es cierto puede ser que el dolor aparezca como una reacción de estrés. Pero esta sintomatología por estrés es solo la primera parte de todo lo que sucede a nivel psicológico. El dolor que padeces puede ser una metáfora, una forma de avisarte algo y todo esto sucede a nivel inconsciente. Por ello difícilmente podemos llegar a reconocer como se relaciona dolor con lo psicológico.

¿Qué castigos puede provocar el juez?

Auto sabotajes, te preparaste para hacer el mejor negocio, firmar un contrato muy rentable o conoces tu capacidad para el ascenso o para realizar un proyecto. Y en último momento olvidas algo muy importante, pierdes los documentos o te enfermas.

Enfermedades psicosomáticas como: dificultad para respirar, dolores de cabeza, síntomas de depresión, alergias, fobias, entre otros.

“La declaración de los acusados”

Las persona pueden llegar a declarar “me lo merezco porque…”, “al perro más sarnoso se le pegan más las pulgas”, “todo me sale mal”, es mí destino”

Y este sistema de creencias es la que nos hace provocar situaciones difíciles por el hecho inconsciente de que creemos que las merecemos.

Estas declaraciones hacen referencia a un sistema de creencias que dan fuerza al Juez que llevamos dentro.

¿Yo estoy libre del Juicio de algún Crimen o Castigo?

Lo más seguro es que muchas personas estén evitando fuertemente el castigo de su propio juez. Tal vez estés sometidos en un área acordonada donde el juez nos ha cercado o delimitado con una condena que ha pasado mucho tiempo y que ya ni enterado estamos que hemos sido condenados.

Por lo que toman actitudes que a la larga son una gran condena, ejemplo de esas actitudes son:

· Acostumbrarse a tener la cabeza en bajo.

· Devaluar nuestras competencias profesionales o valor propio. “es que no soy buena para …”, a mí no me salen bien las cosas…”, “yo soy muy olvidadizo”, “no se cobrar”.

· Por lo contrario, tratar de controlarlo todo: La mejor manera de evitar que una situación nos haga daño, es tratar de controlarlo todo, buscar la perfección de tal manera que nada salga mal.

· La Culpa. “No puedo dejar a mis hijos solos”, “son mis padres, ellos me dieron la vida”. Es la forma más sutil de castigo. Y uno difícilmente diferencia si es compromiso o culpa lo que te ata.

Estas pueden ser algunas de las condenas o autocastigos que te auto impones.

En caso de que reconozcas que estás viviendo algo de lo descrito o que conoces a alguien con esas características.

Acércate, nosotros te ayudamos

Te ofrecemos que ese juez se vuelva tu más fiel aliado, contribuya a la realización de objetivos y te devuelva la libertad de decisión.