En efecto…podemos pretender huir del dolor que se siente al perder a alguien o algo. Sin embargo, muchos prefieren o han aprendido a evadirlas. Las conductas o acciones evasivas que ocupamos para evadir el dolor son muchas y tienen diferentes nombres: Alcohol, droga, trabajo, ejercicio, comer o sexo en exceso. Pero también se pueden manifestar como enojo, desplantes a los demás, actuar con sarcasmo o mantenerse en actividades que les distraigan en general. He trabajado con adultos hombres, mujeres e incluso con niños que se enfrascan en hacer muchas cosas a la vez como cuidar a los hijos, limpiar, trabajar, estudiar y ahorrar, etc, sin darse cuenta que es para sobre llevar lo que sienten.
Las acciones, conductas o actitudes EVASIVAS, pueden estar ocultando muchas emociones mezcladas. El miedo, enojo, tristeza y se manifiestan como sarcasmo, la indiferencia, soberbia, orgullo, frustración o pereza. Estas manifestaciones y todas sus características, son producto de la mezcla de emociones que torturan junto con pensamientos negativos.
Aclaremos:
Aunque estas conductas o acciones evasivas que mencionamos son visibles para otros… de alguna u otra forma se oculta para el que las vive. ¿A razón de qué?. Bueno existe un sistema de protección ante el dolor dentro de nosotros que está programado desde hace miles de años y viene codificado en nuestro ADN y se encienden en el momento indicado para evitar que todo el sistema nervioso colapse.
En otras palabras, dentro de nosotros se encienden mecanismos de defensa como la racionalización, negación, despersonalización, entre otros. Y al encenderse no podemos ver el dolor, ni sentirlo en la mayor parte del día. Se disminuye la intensidad, se posterga o se niega. Y esto se refuerza con las conductas evasivas.
Si es muy intenso el dolor de la perdida, se une varios mecanismos y bloquean el sistema completo ante la experiencia. Pero, recordemos que los mecanismos de defensa son como el switch del sistema eléctrico de la casa en que vives, de forma automática y sin darnos cuenta se activan para salva guardar los equipos y el sistema eléctrico en general. Esa es su función, “Protegernos”. Lo que podemos hacer es tomar acciones después de que se activan.
Ahora bien, el reconocimiento de las conductas o acciones evasivas son el punto a tratar el día de hoy. Y enfatizo detrás de las conductas evasivas se encuentran las emociones mezcladas con pensamientos negativos, ortodoxos, juicios, expectativas, entre otros. Este tema lo puedes reforzar leyendo el artículo “Eres de los que se enojan o se divierten con la vida” y la función del juez en el artículo “Crimen, culpa y autocastigo”.
La idea central de este artículo es reflexionar acerca de las conductas que realizas y que otros pueden considerar como acciones evasivas, como producto de algún rompimiento o pérdida.
Si tú no reconoces o dices… “Yo nunca he sentido dolor”. ¡Te creo!… Porque esa es la referencia de que tus mecanismos de defensa se activaron al igual que una u otra acción evasiva. Y eso es una buena noticia. Pero la intención de hoy es tomar acciones saludables posteriores a la activación de los mecanismos de defensa.
EJERCICIO DE AUTOCONOCIMIENTO
En caso que tengas alguna perdida, ruptura o después de una tragedia. Te invito que realices el siguiente ejercicio y reveles si aún sigue con algo pendiente o no te has dado cuenta que allí está y eso obstaculiza nuevas experiencias.
Instrucciones:
Divide una hoja a la mitad y después que lo que doblaste divide en otra mitad. Desdobla y podrás identificar una tabla de 4 columnas.
Sucesos previos | Pérdida | Reacciones instantáneas | Reacciones posteriores a la perdida |
¿Qué sucedía previo a la ruptura?
¿Cómo era la relación? |
¿Qué perdió?
¿Desde cuándo terminó para usted? |
¿Qué hiciste? ¿Qué dejaste de hacer? |
¿Qué haces? ¿En qué cambió tu vida? |