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¿Qué son las Propiedades Emergentes?

Charly Merce describe a las "propiedades emergentes como esas propiedades que surgen del funcionamiento colaborativo de un sistema, pero no pertenecen a ninguna parte de él”. Eso indica que por separado ninguna de las partes muestra competencias, habilidades, energía o resistencia como la que muestran cuando están unidos dos o más elementos del sistema.

En la naturaleza existen un sin número de ejemplos donde la unión de dos o más elementos químicos, animales o personas generan propiedades emergentes que nunca han tenido cuando están separadas. Cátherine Carney nos da un ejemplo de las propiedades emergentes del agua. El agua es el compuesto químico más importante del medio ambiente que permite la existencia y el mantenimiento de la vida. El secreto del agua radica en su característica de enlace de hidrógeno, lo que le confiere varias propiedades emergentes importantes para la vida en este planeta. Sin esa unión sería imposible la vida que conocemos.

Algunas de las propiedades emergentes del Agua son: La polaridad de las moléculas del agua generan la cohesión. Es decir, un extremo de la molécula tiene carga negativa y el otro extremo, carga positiva. Por lo tanto, los extremos opuestos de diferentes moléculas de agua son atraídos el uno al otro, como si fueran los extremos opuestos de los imanes. Lo que provoca que una molécula a otra se atraiga y se forme el "enlaces de hidrógeno." Y es así como se puede formar un charco o el mar.

El agua también es adhesiva, lo que significa que tiende a pegarse a otras moléculas, además de las de agua. En particular, se pegará a las sustancias solubles en agua (hidrófilo), tales como almidones o celulosa. No se adherirá a sustancias hidrófobas, tales como el aceite.

El agua se expande al congelarse por lo que el hielo es menos densa que el agua líquida y flotará sobre el agua en estado líquido más densa. Una vez congela se forma una película de hielo sobre un cuerpo de agua y actúa como un aislante térmico. Como resultado, el agua líquida debajo del hielo estará protegida del aire exterior y será menos probable que se congele.

El agua es un buen solvente Dado que el agua es polar y fácilmente forma enlaces de hidrógeno, otras moléculas polares se disuelven fácilmente en ella. Las moléculas polares también se conocen como moléculas hidrofílicas (amantes del agua) o solubles en agua. Sin embargo, el agua no disuelve moléculas no polares o hidrófobas (aceites y grasas).

Pero requerimos enfatizar que ninguna de las propiedades emergentes del enlace de 2 moléculas de Hidrógeno y una de Oxigeno las tienen cuando se encuentran separadas. Pero en la naturaleza podemos encontrar otros ejemplos de las propiedades emergentes, hablemos de las Hormigas.

Solas, las hormigas se comportan erráticamente y casi aleatoriamente, es un organismo bastante limitado, con poca habilidad para razonar o para completar tareas complejas. Una hormiga que encuentra comida, por ejemplo, segrega una pequeña cantidad de una sustancia hormonal que atrae a otras que, a su vez, también segregan la misma sustancia cuando llegan a la misma fuente de comida. De este modo, millones de hormigas se organizan en líneas rectas que llevan hacia la comida. La organización de las hormigas, sólo posible cuando el sistema funciona como un todo y las acciones individuales se refuerzan entre ellas, esa es una propiedad emergente. Como un sistema las hormigas logran tareas sorprendentes, desde construir colinas, diques, a encontrar y mover enormes cantidades de comida. En este contexto, las propiedades emergentes se remiten a los cambios en el comportamiento de las hormigas cuando trabajan juntas.

En la vida diaria podemos percibir estas propiedades emergentes de la unión de dos o más personas. La vinculación hace que surja algo que individualmente no podrían realizar. Por ejemplo, al conocer a los integrantes de una pareja puedes identificar si cada uno de los integrantes se siente mejor, proyectan seguridad, fuerza, resistencia o pensamiento optimista, También se puede identificar si estando juntos, salen sus virtudes o talentos, como la determinación, disciplina, perseverancia, entre otras. Cuando surgen las propiedades emergentes en una pareja se llega a exclamar “que bien les sienta estar juntos”.

Otra forma de unión son los equipos de trabajo que se forman en las empresas. Durante el tiempo que están juntas las personas surgen propiedades emergentes en ellas. Hay personas que les sienta bien trabajar en equipos y hay quienes se pierden. Hay personas que solas no toman decisiones, evitan tener iniciativas y llegan a declarar no puedo.

Pareciese muy fácil de identificar o aplicar estas propiedades, sin embargo, se nos ha entrenado para identificar habilidades o propiedades por separado. Desde muy pequeños, las madres evalúan las conductas y la imagen de los amigos de sus hijos y cuando son adolescentes creen que sus hijos se comportan igual que estando en casa. Sin embargo su hijo junto a sus amigos mostrará propiedades emergentes.

Ocupando el pensamiento sistémico podemos tener mejores resultados en el análisis de comportamientos de las personas. Primero tenemos que reconocer que la imagen y la conducta de las personas cambian cuando se encuentra en interacción con otras. Existe una influencia mutua al reunirse que produce ambientes magnéticos, en donde se quieren estar o permanecer. Algunas personas impulsan a los integrantes, otros fortalecen su capacidad de análisis. Y unos más generan recreación y distracción en el grupo. Es más realista y efectivo identificar las características emergentes de los hijos en compañía de los amigos. Pero de igual forma es más realista identificar tus propiedades emergentes en compañía de tus amigos, pareja o junto a los compañeros de trabajo.

Las llamadas “malas compañías” nunca garantizan que las personas que se reúnen con ellas tomen el mismo patrón de conductas. Puede ser que una persona que se encuentren junto a malas compañías aprenda con las experiencias de los otros y genere mayor responsabilidad de sus actos.

Y esa puede ser una propiedad emergente positiva al interactuar con personas que se consideran “malas compañías”.

En todos surgen propiedades emergentes, solo falta identificar las mejores combinaciones para que surja lo mejor de nosotros.

Evaluar las propiedades emergentes en los equipos de trabajo es algo que los directivos, coordinadores o gerentes requieren identificar a la hora de determinar quién asciende o quién se queda en la empresa. La unión de las personas en los centros de trabajo pueden adoptar estas características dependiendo la Cultura Organizacional, los líderes, la normatividad que aplican u otros factores psicosociales que influyen en el trabajo en equipo.

Aprovecha esta ocasión para hacer una autoevaluación de tu equipo de trabajo:

· ¿Se sintonizan y fluyen de mejor forma al estar trabajando juntos?
· ¿Percibes el respaldo, el impulso, el apoyo y la confianza entre los integrantes?
· ¿Juntos producen cosas que salen mejor?
· ¿Se realizan de mejor forma y en menor tiempo los trabajos?
· ¿Te visualizas trabajando junto a ellos en un futuro en nuevos proyectos?
· ¿Si tuvieras que empezar de cero, seria con la misma compañía y en su compañía?

¿Qué te ha funcionado para que surjan esas propiedades emergentes? o bien ¿qué falta para que en tus relaciones surjan esas propiedades?